miércoles, 19 de marzo de 2008

LAS GUERRAS EN EL SIGLO XXI : ¿TERRORISMO Vs TERRORISMO?

Escrito por: Luís Bernedo Boado fecha: 10 de marzo del 2007 correo. lajbernedo@hotmail.com

Haciendo resonancia a lo mencionado por el internacionalista Ernesto Velit que… “Como resultado de los atentados del 11 de septiembre de 2001, se ha generado una espiral de violencia y de barbarie de consecuencias impredecibles. Enfrentar al terrorismo exige una actitud ética global y una acción internacional que compromete a todos los Estados. La política exterior americana, especialmente en los últimos años, ha sido agresiva, conflictiva, intervencionista y belicista. Así, se ha logrado una respuesta fundamentalista a una agresión fundamentalista”. ¿Como dar solución a este problema civilizacional?


1.- Las implicancias de la inseguridad global:

Hoy por hoy, existen nuevas formas de amenazas con nuevas tecnologías, y nuevos actores internacionales, que han dado como resultado, un nuevo Orden de Inseguridad Mundial que obliga a los Estados a buscar, por medio de nuevos regímenes internacionales, la disminución de los grados de incertidumbre y de inseguridad en que se desenvuelven. En definitiva, la incertidumbre continúa siendo un componente de las condiciones en que el mundo evoluciona.

El mundo post moderno resulta ser un escenario relativamente unificado en el que se define nuevos intereses, nuevas alianzas, nuevos reordenamientos políticos y se perfilan nuevas formas de gobierno o administración, que están ya, comprometiendo la paz y la seguridad global, con nuevas formas de agresión de los Estados y de grupos radicales extremos.

Los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, en el 2001, mostraron que para el terrorismo internacional ningún país es inaccesible. Razones de más existían para pensar que en EEUU, donde la tecnología de seguridad alcanza sus máximos niveles de desarrollo, esa seguridad estaba absolutamente garantizada. Nadie dudaba de la eficacia de los servicios de inteligencia y contrainteligencia, los más avanzados y sofisticados que se podían imaginar. El terrorismo internacional, musulmán en aquella ocasión, se encargó de probar lo contrario.

2.- ¿Quienes se enfrentaran en el futuro?

Samuel Huntington subraya que “en el futuro los conflictos serán entre las identidades civilizacionales”. En su obra “choque de Civilizaciones” menciona que con la caída del bloque comunista se esperaba que el otro bloque, el occidental, se impusiese plenamente, pero no ha sido del todo así, sino que, contrariamente, ha emergido un mundo plural, un mundo de civilizaciones. No se ha instaurado, como muchos profetizaban, la victoria final de Occidente, sino que, se ha dado un resurgimiento o una reafirmación de viejas civilizaciones. Resurgimiento y reafirmación que han comportado un alejamiento y un rechazo de todo aquello que proviene de Occidente, que han supuesto un retorno a los más autóctonos orígenes culturales: unos orígenes que son fundamentalmente religiosos. Así pues, emergen unas viejas civilizaciones que tienen en una religión su más profunda identidad.

¿Cuáles son estas civilizaciones emergentes? Huntington, constata (1996) el resurgir islámico (muchos países que en las décadas de la guerra fría asumían el marxismo-leninismo o que formaban parte de los países no alineados, actualmente encuentran su identidad y esperanza en el islam), la civilización china (la milenaria China recupera el confucionismo], la concepción de la vida del maestro Confucio, del siglo VI antes de Cristo), la civilización japonesa (formada a partir de la china pero con tradiciones propias), la civilización hindú (que tiene un núcleo cultural de más de tres mil quinientos años), la civilización ortodoxa (emparentada con la Occidental pero que remarca las diferencias), también la civilización budista y, con futuro impreciso, la civilización africana y la latinoamericana.

Samuel P. Huntington, nacido el 1927 en los EEUU, es uno politólogo de relieve internacional; profesor de Ciencias Políticas en la Universitat de Harvard. El 1970 fundó la revista Foreing Policy ("Política Exterior"), el 1977 entró a formar parte del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Su primera obra importante es de 1968: El orden político en las sociedades en cambio. En 1991 publicó La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX; pero la obra que ha puesto Huntington en la lista de los investigadores actuales más influyentes es The clash of civilitzations and the remarking of world order ("El choque de civilizaciones y la reconfiguración del Orden Mundial"), de 1996.

Este nuevo orden mundial tiene sus riesgos. Las civilizaciones emergentes se consideran superiores a la de Occidente, con valores morales más auténticos. Huntington prevé que, por vía del desafío demográfico (el 2025 más del 25% poblacional mundial será musulmana) o por vía del crecimiento económico (el 2025 Asia incluirá siete de las doce economías más fuertes del planeta) o por vía de la militancia creando inestabilidad, el poder y los controles de la civilización occidental se desplazarán hacia las civilizaciones no occidentales. Así, un choque de civilizaciones, de estas civilizaciones arraigadas a religiones, dominará la política a nivel mundial: en las fronteras entre civilizaciones se producirán las batallas del futuro. Una de estas fronteras o líneas de fractura pasa precisamente por la ex-Yugoslavia dividiendo sus pueblos.

El retorno a las culturas autóctonas o indigenización dificulta hablar de principios éticos y valores universales. Para muchos chinos y para muchos musulmanes la democracia y la misma Declaración Universal de Derechos Humanos son creaciones occidentales, no universales. En esta situación, si se quiere evitar peligrosos enfrentamientos, es urgente buscar los atributos comunes en todas las civilizaciones, es decir, tenemos que perseguir, aceptando la diversidad, la moralidad mínima que se deriva de la común condición humana.

La amenaza del terrorismo islámico a la civilización occidental constituye la primera gran guerra del nuevo siglo. Se trata pues de acabar con la civilización occidental, encarnación del mal para sus fanáticos agresores; nos encontramos ante una amenaza de extinción, y nos urge determinar con la mayor precisión posible la identidad del enemigo (es él quien se califica y actúa como tal). Y aquí la cosa empieza a complicarse un poco. Sería casi tan equivocado como negar la amenaza, atribuirla a todo el Islam y postular que estamos, sin más, ante una guerra entre civilizaciones. Si acaso estaríamos ante una guerra declarada por los sectores más extremistas de una civilización contra otra.

3.- ¿EEUU actuó en forma responsable ante el ataque del 11 de septiembre del 2001?

Razón tiene el intelectual Noam Chomsky cuando dice que “la tragedia del 11 de septiembre fue una respuesta feroz a las atrocidades históricas norteamericanas”. Y por ello nadie dudaba que la solución militar, en la magnitud desatada por EEUU, generara una espiral de violencia y de barbarie de consecuencias impredecibles. Así ha sido.

Estados Unidos es una potencia hegemónica y además arbitraria y arrogante para calificar a otros Estados y pueblos, lo cual es cierto cuando El presidente Bush anunció en aquella ocasión que “quien no está con nosotros, está con el terrorismo”, muy coincidente con la frase islámica “quien no está con Alá, está contra Alá”.

Noam Chomsky, asegura que existe una forma de terrorismo de Estado, pues cuenta con el soporte del aparato estatal para su puesta en práctica. También dice que existen varios tipos de terrorismo: Terrorismo internacional, terrorismo a gran escala (dirigido contra un grupo numeroso de personas), terrorismo a pequeña escala (enfocado hacia individuos), terrorismo individual y terrorismo de Estado. Acerca de este último, señala que existen tres niveles fundamentales de la represión del sistema social de clases: El primero pasa por una estructura económica, el segundo nivel es el del ejercicio de la represión sistémica "ordinaria" del Estado y el tercer nivel es el de represión estructural que perpetra el Estado en violación de las normas del derecho nacional e internacional.

Afganistán, era uno de los países más pobres del planeta, con más de dos décadas de guerra, con desplazados y refugiados y con una sequía que llevó a la ONU a calificarla como “la peor crisis humanitaria del mundo actual”. A ese país, el ejército norteamericano lo atacó por tierra y aire, lo destruyó casi completamente, diezmó su población civil y lo ocupó hasta hoy, en una demostración innecesaria de fuerza asimétrica. Ciudades enteras fueron literalmente borradas del mapa. Bin Laden respondió al ataque afirmando lo siguiente: “los norteamericanos nunca más estarán seguros”.

Según Zbigniew Brzezinski entiende que el terrorismo es una táctica de agresión superficial que exige conocer y actuar sobre sus causas. Existe un conflicto que lo sostiene: de quienes lo organizan y de quienes lo financian. No obstante, Estados Unidos no puede menospreciar el hecho de que su apoyo al Estado de Israel y su presencia en lugares sagrados del Islam, son el motivo del resentimiento del mundo islámico y de los pueblos árabes en particular. Podemos decir que es uno de los motivos, entre otros, por los que se auto-justifican los grupos terroristas.

La definición de las amenazas debe primero, por entender sus efectos y también sus causas. No será sencillo, compartir sus conceptos con otros Estados agredidos por terroristas. Segundo, será tarea de largo plazo iniciar un proceso para neutralizar los apoyos políticos, religiosos, étnicos y financieros con los que cuentan los grupos terroristas, tarea que no es lo mismo que desarticular sus organizaciones agresivas y su capacidad de reclutamiento, además de entender su fanatismo irracional. Es decir, es un problema de gran alcance que no se resolverá por la fuerza, o sea “guerra asimétrica” es sólo una faceta parcial del mundo.

El mundo islámico carece de uniformidad y requiere enfoques diferentes. Contiene 1.200 millones de seres humanos desde Indonesia hasta el África atlántica, que atraviesan un gran crecimiento demográfico, con lo cual aumentarán sus problemas internos y sus migraciones. Sólo podrá unificarlos un resentimiento ‘anti-estadounidense’ y su complemento ‘anti-occidental’, consecuencia del anterior colonialismo europeo.

La región que se encuentra desde Suez hasta el límite occidental de China, al sur de Rusia, recibe el término de “Balcanes globales”, incluyendo las ex repúblicas soviéticas donde la presencia de Estados Unidos con sus guarniciones militares y empresas petroleras, coincide con un subsuelo que guarda el 68% de las reservas de crudo y 41% de las reservas gasíferas. Si bien la importancia estratégica que tienen estos “Balcanes” se apoya en sus hidrocarburos, Zbigniew Brzezinski no destaca la magnitud o el grado del problema que se alcanzará aproximadamente alrededor del año 2.020, cuando no se puedan satisfacer las mayores demandas.

4.- ¿Es prudente la actual política de seguridad de los EEUU?

Eric Hobsbawm, historiador británico actual, señaló que “la reacción de EEUU puede llevar al mundo a la guerra y provocar que los gobiernos de los países del Golfo caigan en manos fundamentalistas”. El apoyo incondicional norteamericano a las acciones de Israel contra Palestina y, recientemente, contra Líbano ha merecido una condena enérgica de la comunidad internacional y ha sido calificado como una burla a las recomendaciones de la ONU.

El ejército norteamericano casi ha destruido por completo Irak, provocando más de 700 mil muertos en casi cuatro años de ocupación; han perdido cerca de cuatro mil hombres; y han ocasionado conflictos internos de gran magnitud entre etnias adversas. Se ha comentado que ha sido una guerra por el petróleo. En otras palabras también se dice que se han apropiado del petróleo iraquí, con el visto bueno de la ONU y de los apetitos de poder del entorno del presidente Bush.

Hoy día, la alianza Estados Unidos-Reino Unido no sabe cómo terminar airosa la guerra. Sus gobiernos están mayoritariamente desaprobados por sus ciudadanos, que quieren de una vez por todas el retorno de sus compatriotas; sin embargo, el presidente Bush ha decidido enviar 24,000 soldados mas a Irak, de esta manera llegar a 270,000 soldados. Esto hace sino, exacerbar a los integrantes de los grupos extremistas islámicos, mostrando así, su debilitamiento como potencia militar y de inteligencia que la hace presa fácil de nuevos atentados anunciados ya por Al Qaeda y movimientos terroristas afines.

Por otro lado, el desarrollo nuclear de Irán que hoy se encuentra provocando un fuerte y amenazador debate y, que un ataque contra las instalaciones iraníes provocaría de inmediato una intensificación terrorista contra Estados Unidos. Situación que recibiría probablemente el rechazo de la Unión Europea y de otras potencias, quedando aislado y aferrado en una guerra considerada “anti-islámica”.

Según el internacionalista Ernesto Velit “Enfrentar al terrorismo exige una actitud ética y moral como garantía de enfrentamiento global”; exige “también una acción internacional que comprometa a todos los Estados en la formación de un frente mundial que será más útil que las alianzas militares”. Mientras tanto, EEUU desarrolla una “guerra preventiva” que puede ser calificada de terrorismo de Estado con la bendición de los gobiernos de Occidente. Sus bombardeos contra las poblaciones indefensas de Afganistán e Irak
Así mismo, asegura el internacionalista que ante cualquier análisis de lo sucedido en septiembre del 2001, resultaría absolutamente incompleto e injusto si no consideramos la política exterior americana, especialmente de los últimos años, como agresiva, conflictiva, intervencionista y belicista. Hoy día, después de casi seis años, vista la ofensiva militar desatada por la potencia hegemónica, y con una violencia mortal exagerada, podemos concluir que se ha tratado de una respuesta fundamentalista a una agresión fundamentalista.

Resultado de esta respuesta occidental, que cuenta con el silencio resignado de organismos multilaterales y gobiernos alrededor del mundo, es la formación de una alianza entre grupos terroristas de distintas vertientes enfrentadas del Islam, pero con un enemigo común. En el Medio Oriente, aunque parezca una exageración, se juega el destino de los pueblos de Occidente, expuestos a la violencia terrorista por las decididas y contundentes políticas del gobierno norteamericano en su lucha contra el terrorismo Islámico.

5.- ¿Cómo se podría enfrentar al conflicto civilizacional?

Por todo lo expuesto, los Estados deberán de alguna forma la mejor solución y los medios adecuados para combatir la amenaza y vencerla. Quizá puedan resumirse las acciones en tres: la defensa legítima, sin excesos ni extralimitaciones, que derrote a los terroristas, incluidos los estados terroristas; la negociación internacional con los países musulmanes que no amparan ni justifican el terror; y las políticas de integración. Las dos primeras parecen evidentes aunque estén llenas de dificultades. La tercera no deja de revestir su importancia, en la que no siempre se repara. Aunque ya se están adoptando medidas en la dirección correcta, desterrando la discriminación y el reconocimiento por los grupos minoritarios de la sociedad; pues lo que se trata es de adoptar la receta del multiculturalismo y fomentar la emergencia de sociedades multiculturales en las que convivan ciudadanos con diferentes principios y valores.

Los principales conflictos de las sociedades multiculturales relativos a diferencias de clase son: de género, religión, educación y especialmente religión. Estos conflictos sociales generados, en parte, por la diferencia que no pueden encontrar solución en una homogeneización cultural de la sociedad. En este caso, la mejor manera de resolverlos en un Estado que vive en democracia, es otorgando su lugar y respeto a las diferentes identidades, favoreciendo la creación de asociaciones y su protagonismo pero, dentro de las normas que guían la convivencia pacífica de toda sociedad encuadrada el estado de derecho; o sea, conforme a las normas que se rige toda sociedad al contrato social (La Constitución).

Hoy en día, necesitamos una concepción más cosmopolita de la democracia y de la gobernabilidad que atienda explícitamente estas cuestiones de pertenencia y cosmopolitismo. Un tipo de universalidad: una comunidad en la que los participantes comparten un sentido de la vida, lo que da lugar a la moral y la política en toda su concreción. Sin embargo, en este punto se corre un riesgo, que las democracias al reconocer las comunidades y/o minorías, puedan optar por lo contrario o caer en extremos como los nacionalismos totalitarios-homogeneizantes de carácter fascista y/o comunista. Un universalismo igualitario que exhorta a descentrar la propia perspectiva; obliga a relativizar la propia visión conforme a las perspectivas interpretativas de otros que tienen los mismos derechos.

SALVAGUARDANDO NUESTROS INTERESES

El Perú es un país rico en recursos naturales y su explotación debe ser bien negociada salvaguardando lo que mas conviene para nuestro crecimiento económico, de tal manera que las decisiones sean tomadas por el Estado y no por las empresas y sus criterios de mercados, de ganancias y de rentabilidad. El ambicioso proyecto de crear un polo de industria petroquímica en el sur del país avanza firme, pero al parecer sin la presencia del Estado.

1.- INTRODUCCION
El tema de los recursos naturales, hoy en día, ha tomado mucha importancia por la connotación que ha trascendido en el ámbito de la seguridad y en la geopolítica mundial, debida ya sea por la escasez de los mismos, por la subida de los precios internacionales y por el crecimiento de una gran demanda impulsada por la economía de los aquellos países emergentes que quieren consolidar su desarrollo sustentable en el largo plazo. Todo esto a creado una incertidumbre por cumplir con la demanda mundial de energía, de agua, de minerales, de suelo y de madera los cuales son cada día mayor y al parecer dudo que las cosas vayan a cambiar.

Países en abrupto crecimiento económico, como China y la India, han puesto en jaque recientemente a los mercados de materias primas y de la energía, empezando a competir directamente por los recursos menguantes con las potencias desarrolladas. Es importante reconocer que las presiones y las tensiones de carácter geopolítico y geoeconómico relacionadas con la energía se incrementarán a medida que la demanda global sigue su curso ascendente y el suministro de petróleo y gas natural no sea capaz de mantener el ritmo. Por cierto, los temores de futuros conflictos seguirán en las agendas de seguridad.

El Perú es un país rico en recursos naturales y su explotación debe ser bien negociada salvaguardando lo que mas conviene para continuar con nuestro crecimiento económico, asimismo, es un país emergente que requiere consolidar su crecimiento económico en el mediano plazo, y lograr posteriormente su desarrollo sustentable, por lo que debe tomar ciertas decisiones de carácter soberano, a favor de nuestros intereses nacionales primando ante los intereses privados, de no ser así, resultaría inaceptable y pernicioso para nuestras futuras generaciones de peruanos.

2.- LOS RECURSOS NATURALES

De acuerdo a la legislación peruana, se consideran recursos naturales a todo componente de la naturaleza, que puede ser aprovechado por el ser humano para la satisfacción de sus necesidades y que tenga un valor actual o potencial en el mercado, tales como:
Las aguas: superficiales y subterráneas;
El suelo, subsuelo y las tierras;
La diversidad biológica: como las especies de flora, de la fauna y de microorganismos; los recursos genéticos, y los ecosistemas que dan soporte a la vida;
Los recursos energéticos: hidrocarburíferos, hidroenergéticos, eólicos, solares, geotérmicos;
La atmósfera y el espectro radioeléctrico;
Los minerales, entre otros
Actualmente, los recursos energéticos son la base para el desarrollo de múltiples actividades económicas y sociales. El Perú, una vez más, es un país favorecido con recursos energéticos valiosos, por un lado los hidrocarburos, como el petróleo y el gas, con cuantiosas reservas en la Selva y en la Costa Norte, incluyendo el zócalo continental.

3.- EL GAS DE CAMISEA

El gas natural es una fuente de energía mucho más económica que cualquier otro combustible fósil. Además es muy versátil, ya que está listo para usar en casas, oficinas, vehículos, industrias y plantas de generación de energía eléctrica. Asimismo, es muy usado en la industria siderúrgica y en la petroquímica, para elaborar plásticos, fertilizantes y miles de productos.

En cuanto al aspecto ambiental, el gas natural es un combustible muy limpio y eficiente: tiene menos emisiones que el carbón o el petróleo, no tiene emisiones atmosféricas de dióxido de carbono, y mínimas emisiones de monóxido de carbón, hidrocarburos reactivos, óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono comparadas con la combustión de otros combustibles fósiles.
Camisea, la reserva de gas natural más importante del país es diez veces mayor que cualquier otra descubierta en nuestro territorio y una de las más importantes de Latinoamérica. Sus reservas probadas y probables de gas natural ascienden a 11 trillones de pies cúbicos, con líquidos asociados por alrededor de 600 millones de barriles. Pero según el Consorcio Camisea las reservas de gas natural en los lotes 88 y 56 se habrían incrementado a 13 trillones de pies cúbicos. Aunque los estudios realizados por geólogos arrojan reservas de 30 trillones de pies cúbicos en la zona de Camisea, pero dichas reservas deberán de ser probadas
El Proyecto Camisea consiste en la explotación de estas reservas; la construcción y operación de dos ductos, uno para gas natural y otro para líquidos de gas natural; y el sistema de distribución de gas natural en Lima y Callao. Los ductos iniciaron el transporte a la costa del gas natural y de los líquidos a mediados de 2004, para ser utilizados como productos de consumo local, así como para su exportación. El gas natural es transportado a Lima -el principal centro de consumo- donde está siendo utilizado para fines residenciales e industriales y para generar electricidad. Los líquidos de gas natural permiten abastecer al mercado local de gas licuado de petróleo y constituyen una importante fuente de ingreso de divisas.

El transporte del gas desde los yacimientos comprendió la construcción y operación de dos ductos, uno para gas natural (714 km) y uno para líquidos de gas natural (540 km). Los dos ductos corren en paralelo desde los campos de Camisea, ubicados a 431 km al este de Lima, hasta la costa central, al sur de la misma ciudad, donde el ducto de líquidos termina en una planta de fraccionamiento de líquidos.

4.- ¿NECESITAMOS CAMBIAR LA MATRIZ ENERGETICA?

En una economía social de mercado como la nuestra debiera ser una política de Estado el cambio de matriz energética en el menor tiempo posible, para consumir gas natural que poseemos en abundancia y minimizar nuestra dependencia del petróleo. Ello significa la promoción, fomento y construcción de un mercado interno para el gas natural. La forma más eficiente para ello es que nuestras empresas, las familias, el parque automotor estén conectados a la 'cultura del gas'. Pero en la actualidad una de las formas más eficiente de consumir el gas natural radica en la industria petroquímica.

Generar energía eléctrica a partir del gas natural es el camino correcto al inicio del proceso del cambio de matriz energético, cuando se está en pañales. No se está aprovechando la riqueza plena de los hidrocarburos existentes en el gas natural de Camisea, en especial el etanol que en un 10% lo tenemos en el lote 88 y que es la base, la madre, la fuente de toda industria petroquímica.

5.- ¿EXPORTAR EL GAS O DESARROLLAR LA INDUSTRIA PETROQUIMICA?

Pero, ¿qué es la petroquímica? La petroquímica es la transformación química de algunos componentes del gas natural (como el metano) en amoniaco, fertilizantes y explosivos, y cuando se alcance mayores volúmenes de producción, se podrá consolidar la industria de plásticos con la fabricación de etileno, polietileno, cloruro de vinilo y PVC a partir de otro componente: el etano.
Hoy en día existe la posibilidad de promover la industria petroquímica utilizando las importantes reservas del lote 88 de Camisea y de los lotes colindantes. Existe ya un proyecto de ley de promoción para el desarrollo de la industria petroquímica, donde el papel del Estado debiera ser de un mayor protagonismo en razón que las empresas consorciadas en los lotes 88 y 56 (Pluspetrol, Repsol/YPF, Hunt, Sonatrach, etc.) al parecer estarían pensando más en la exportación del gas natural que en el desarrollo del mercado interno y la petroquímica. ¿El Estado puede abdicar a su responsabilidad de establecer las necesidades, y la independencia energética, del país en el largo plazo y dejar que las decisiones sean tomadas por las empresas y sus criterios de mercados, ganancias y rentabilidad?

Petroperú suscribió en el 2006 un acuerdo con Petrobras para la instalación de una planta petroquímica al sur del Perú, sea en Matarani, región Arequipa, o en Ilo, región Moquegua.
Una de las condiciones para el desarrollo del proyecto es que la empresa estatal peruana y Suez Energy definan en octubre la factibilidad para la construcción de un gasoducto que conectará el ducto de Camisea en Pisco con la futura planta petroquímica de Petrobras.
Efecto multiplicador: La cadena petroquímica indica que si en vez de vender el insumo como materia prima, se vende como componente, es decir etano o propano, su valor se incrementa en +3; como etileno, propileno en +36; en polietileno de alta densidad en +132 y en productos plásticos en +200.

Y se estima que por cada 100 mil Ton/año de etileno se generarán 24 empleos, de polietileno 710, de PVC, glicoles y aminas, 2,110, y en el tercer nivel de transformación (tuberías, plásticos manufacturados) 36,265 empleos. Estudios efectuados en otros países concluyen que los beneficios de contar con proyectos petroquímicos, con un horizonte mínimo de 15 años, generan un incremento anual de 2% a 3 % en el Producto Bruto Interno (PBI) ya que abasteciendo los proyectos de petroquímica rendirán 7 veces más que la exportación del gas en bruto.
Por otra parte la industria petroquímica no se alcanza con las políticas de “libre mercado”. Debe existir una voluntad política y un compromiso del gobierno como política de Estado, para asegurar el despegue de esta industria que multiplica por 10 veces o 30 veces el valor del gas natural. Es decir, con productos de un mayor valor agregado, nuestro país de importador de urea, fertilizantes, amoníaco, plásticos podría satisfacer el mercado interno y exportar los excedentes en especial en esta parte del hemisferio.

El colegio de Ingenieros del Perú reitera su posición, coincidente con la de expertos en materia energética, contraria a la recién anunciada exportación de gas natural peruano a México a partir del año 2010. El gas es un tema crucial para nuestra seguridad y es indispensable el cambio de matriz energética, que el Perú – por razones de economía, competitividad y medio ambiente – requiere y demanda para sostener y acrecentar su proceso de desarrollo, poniendo en valor sus múltiples riquezas naturales. Este organismo colegiado recuerda nuestra carencia de "una cartera de proyectos de corto plazo que nos permita convertir en obras útiles los recursos con que hoy cuenta el Estado" y más todavía de un enfoque a largo plazo.

Los expertos en la materia aseguran que las reservas de gas probadas con que cuenta nuestro país aseguran una producción capaz de abastecer el consumo interno por unos 40 años, pero solo si no lo exportamos. Sin embargo en el zócalo continental, en las estructuras de Corvina y Piedra Redonda, frente a Zorritos, la Tenneco encontró unas reservas gasíferas del orden de los 16 mil millones de pies cúbicos (mpc).

En el departamento de Huánuco, el pozo Aguaytía 86, se confirmó el gran potencial de gas y condensado, estimándose las reservas en 500 mil mpc. Por otro lado se suman los descubrimientos de la Shell en el departamento de Madre de Dios (lotes 38 y 42), cuyas primeras evaluaciones dan cifras del orden de cinco billones de pies cúbicos, volúmenes que permitirían fácilmente no solo dotar a Madre de Dios de plantas de fertilizantes nitrogenados, según sus exigencias, con el correspondiente desarrollo del agro de la zona, sino también, la instalación de una posible petroquímica bien estructurada, basada en el gas natural suministrado a través de un gasoducto a la costa cuya boca de salida podría ser la región de Pisco.

Esta existencia de gas constituye una reserva de seguridad ante la perspectiva planetaria de un petróleo cada vez más escaso y más caro. Sin embargo, y de modo irreflexivo, se habla ahora de exportar gas sin medir las consecuencias que tal dilapidación de una riqueza agotable puede proyectar sobre el futuro.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Es evidente el interés de las empresas por la exportación del gas natural en detrimento del mercado interno. Ello tiene que ser resuelto por el Gobierno actual mediante una política de Estado, donde se exponga con claridad meridiana que la prioridad y primacía será siempre el abastecimiento del mercado nacional.
Debe ser una política de Estado el cambio de matriz energética en el menor tiempo posible, para consumir intensivamente gas natural que poseemos en abundancia y minimizar nuestra dependencia de los precios internacionales del petróleo.

Es fundamental que el Estado realice la promoción, fomento y construcción de un mercado interno para el gas natural, y declare de interés nacional el desarrollo en particular de la industria petroquímica básica. Asimismo, facultar a Petro-Perú y Perú-Petro a promover la inversión y participar en el desarrollo de la industria petroquímica; lograr precios promocionales para el gas y así hacerla más atractiva, frente a la exportación.

Esperamos una ley de petroquímica que proteja los intereses del país y nos garantice el gran salto cualitativo de país exportador de materias primas a ser un país exportador de valor agregado. La petroquímica deberá contar con los beneficios de la Ley 28176, Ley de Promoción de la Inversión en Plantas de Procesamiento de Gas Natural, y los beneficios para la importación (o compra local) de maquinaria, que se aplicarán sobre los bienes nuevos.

Para que el sueño de la petroquímica propia se haga realidad se necesita que el gas natural (principal insumo de esta industria) que está en el Cusco, llegue a la costa. Por ello, se requiere la construcción de ductos que integre las regiones del sur del Perú sobre todo ducto que lleve ese recurso desde Pisco a (probablemente) Matarani o Ilo. El proyecto para la construcción de esos ductos ya ha sido aprobado en el mes de octubre por el Congreso. Los estudios de prefactibilidad y de factibilidad están a cargo de Suez Energy.

Se haría una obra realmente integradora que favorecería no solamente al Cusco, sino también a Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna. EL Congreso de la Republica ya dio el visto bueno para la construcción de diferentes ductos en toda la Macro Región Sur. La demanda inicial existe, pues las plantas térmicas y de petroquímica en Ilo aseguran más de 250 millones de pies cúbicos diarios, pero en el trayecto varias operaciones mineras se colgarían a la cultura del gas. De no hacerlo de esta manera, los intereses privados serán priorizados por encima del interés de la Nación, cuestión que resulta inaceptable y pernicioso para las futuras generaciones de peruanos.

La alerta del Colegio de ingenieros del Perú es oportuna. No se trata de cerrar la puerta a la exportación de gas, pero sí de evitar hacerlo "sin previamente haber encontrado, certificado y comprometido reservas probadas que garanticen el suministro interno a largo plazo".

El Estado debe intervenir como un ente rector, como un árbitro si las empresas productoras del gas natural interesadas en la exportación del gas natural no atienden en condiciones de precios, oportunidad y cantidad a las empresas interesadas en el desarrollo de la petroquímica, puesto que sería irracional que el precio de exportación del gas natural fuera menor que el gas para la petroquímica.

El Estado no puede ni debe claudicar de su rol regulador, que no resulta equivalente al de facilitador entre las partes interesadas. El primero tiene un carácter vinculante y de obligatoriedad, en cambio el rol facilitador es propio de los conciliadores extrajudiciales. El papel del Estado no puede ser reducido al de un agente que facilite una negociación donde están de por medio intereses nacionales, y en juego una estrategia de desarrollo que resulta fundamental para el país. Debe fomentar políticas de valor agregado a los recursos naturales.

El desarrollo de la industria petroquímica en la mayoría de países ha sido posible con la intervención del Estado. Es el caso de Argentina, Brasil, Trinidad y Tobago, México, Arabia Saudita, entre otros. Es más, de descubrirse mayores reservas de gas natural en los lotes 56, 57, y 58, más que exportar gas natural a Chile debiéramos vender electricidad previa solución de los viejos diferendos limítrofes en el marco de una positiva vecindad.

REFERENCIAS

“Recursos naturales” del Portal Agrario del Ministerio de Agricultura actualizado 2007
”Gas Natural: Exportación o Petroquímica” artículo en Cristal de Mira por Humberto Campodónico agosto/2007.
“Cambiemos la matriz energética” artículo del Comercio por Miguel Guevara T. agosto/ 2007.