sábado, 7 de junio de 2008

ASEGUREMOS NUESTRO DERECHO AL DESARROLLO Y A LA DEFENSA


Ante el actual crecimiento sostenido del Perú con miras a enfrentar los grandes desafíos de una economía abierta y global, El gobierno esta realizando considerables cambios que nos ponen en posición favorable para integrarnos con éxito a esa gran dinámica de la economía mundial, que nos permitirá el derecho a desarrollarnos teniendo la confianza, la seguridad y la libertad de acción para la toma de decisiones trascendentales, que nos conduzcan hacia una convivencia de bienestar de nuestra población sin temores y amenazas, siendo el momento propicio para invertir ahora en nuestra Defensa Nacional.

Escrito por: el COR FAP (r) Luis Bernedo Boado el 02 de junio del 2008


1.- El Estado y el derecho al desarrollo

El desarrollo es un proceso global económico, social, cultural y político, que tiende al mejoramiento constante del bienestar de toda la población y de todos los individuos sobre la base de su participación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribución justa de los beneficios que de él se derivan. El 4 de diciembre 1986 la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, en la cual establece que “el derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar del él” (art. 1)

En este sentido, podemos decir que la globalización plantea la posibilidad de obtener grandes beneficios económicos, pero si nos limitamos a la firma de tratados comerciales -- ahora últimamente nuestro país ha firmado con Canada y Singapur -- solo se beneficiarán las empresas realmente competitivas. Por una parte debemos priorizar los acuerdos con los mercados que tenemos ventajas competitivas o con los que nos permiten una real complementación económica para enfrentar a los grandes mercados.

Por otra parte, “Los Estados tienen el derecho y el deber de formular políticas de desarrollo nacional adecuadas con el fin de mejorar constantemente el bienestar de la población entera y de todos los individuos sobre la base de su participación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la equitativa distribución de los beneficios resultantes de éste” (art. 2). Es indispensable, en consecuencia, emprender con decisión la anunciada reforma administrativa, a fin de lograr un Estado austero, fuerte, eficiente, eficaz, facilitador y regulador que corrija las distorsiones del mercado, simplificando los procedimientos para reducir los costos y plazos. Así se facilitarían las actividades empresariales y de los ciudadanos.

El Perú actualmente ya esta cosechando los beneficios de la apertura comercial y el consecuente auge de la producción, pero estos, no serán suficientes como dicen los entendidos para alcanzar el pleno desarrollo económico y social del país, si es que paralelamente no se implementan agresivas políticas públicas que contribuyan a generar mayor competitividad dentro de un marco de Reforma del Estado con miras atraer nuevas inversiones, así como crear mayor capital social para recibir las nuevas tecnologías .

“Los Estados deben adoptar, en el plano nacional, todas las medidas necesarias para la realización del derecho al desarrollo y garantizarán, entre otras cosas, la igualdad de oportunidades para todos en cuanto al acceso a los recursos básicos, la educación, los servicios de salud, los alimentos, la vivienda, el empleo y la justa distribución de los ingresos. Deben adoptarse medidas eficaces para lograr que la mujer participe activamente en el proceso de desarrollo. Deben hacerse reformas económicas y sociales adecuadas con objeto de erradicar todas las injusticias sociales”, (art. 8).

Es por ello, que el actual gobierno debe tomar conciencia de que debe haber una mayor presencia del Estado en una gran parte de nuestra vasta geografía nacional, sobre todo en aquellas regiones de la selva y alto andinas donde no puede proveer bienes y servicios; lo cual genera una exclusión social de gran magnitud sin poder dar servicios de salud, educación con calidad, servicios básicos como saneamiento y electricidad, que son necesarios para disminuir significativamente la pobreza -- que actualmente ya se encuentra en el 39% -- y acabar con la exclusión social; por otro lado, la agenda interna debe incluir también la aprobación de normas laborales flexibles y de un sistema impositivo justo, que promuevan más empleos y una producción competitiva.

Entonces ¿Qué debemos entender por desarrollo?, de acuerdo a este instrumento de Naciones Unidas, “el desarrollo es un proceso global económico, social, cultural y político, que tiende al mejoramiento constante del bienestar de toda la población y de todos los individuos sobre la base de su participación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribución justa de los beneficios que de él se derivan”.

Las reformas de segunda generación deben continuar porque le permitirá al Estado asociar la estabilidad macroeconómica a una adecuada política de gasto público, orientado a crear una mayor infraestructura económica que permita en lo social una mayor presencia del Estado, que genere adecuados bienes y servicios públicos como: salud , educación, seguridad, una distribución equitativa de los ingresos, con el propósito de reducir la brecha económica y social, que nos permita preservar un marco jurídico estable de justicia social.
Para ello, se requiere desarrollar capacidades de gestión dentro de un proceso en marcha que involucra aspectos de descentralización política, administrativa, fiscal y económica con la finalidad de promocionar la competitividad territorial, favorecer los procesos de innovación tecnológica, aprendizaje colectivo, esquemas de cooperación pública privada, aprovechamiento de las externalidades positivas, economías de escala y economías de aglomeración propias de cada región.

En tal sentido existe ya la necesidad de implementar la puesta en marcha de las asociaciones público-privadas, a fin de concitar la participación de los agentes económicos privados, en los proyectos de desarrollo nacional. Indudablemente un trabajo conjunto entre el Estado y el sector privado constituirán los grandes ejes de competitividad para encaminarnos por la senda del desarrollo.

2.- Sana competencia por un desarrollo sostenible

Como lo ha expresado el periodista Hugo Guerra del “rincon del autor” del diario El Comercio “El Perú ha desplazado a Chile como la segunda economía con menor riesgo-país de América Latina. Pero eso solo significa que si en los próximos seis años mantenemos un crecimiento del PBI en el orden de 7% a 8% anual, si ascendemos en el índice de competitividad mundial (estamos ahora en el puesto 35), si reducimos la deuda pública, si desarrollamos la infraestuctura básica (deficitaria en 16 mil millones de dólares), si preservamos la estabilidad jurídica, si reformamos la justicia y modernizamos el Estado, y si no nos desbarrancamos en aventuras populistas, entonces el 2014 alcanzaríamos macroeconómicamente a Chile”.

Bueno, como lo dijo al principio de su mandato el presidente Garcia manifestaba que sí podemos competir económicamente con Chile, por el que es ya, un objetivo de su mandato, quiere darle de esta forma una orientación de competencia deportiva, por lo cual parece saludable y expectante.

Es muy interesante el rumbo que están tomando las relaciones peruano chilenas. García insiste en ganar económicamente al vecino. Bachelet responde -- acertadamente-- bajando el tono rudo del militarismo y propone "una relación inteligente". Pero surge la pregunta...podremos competir sin chocar?.

Veamos ahora como esta Chile. Según su canciller Foxley, este manifestó que “Chile, con su apertura económica triplicó el ingreso de su población en 15 años, hoy, tiene dificultades para mantenerse en ese ritmo, no por "fatiga de reformas" "sino, por los retos que implica modernizar el estado” indicó también, “que la apertura democrática y económica en Chile han permitido triplicar el ingreso per cápita en 15 años y reducir la pobreza del 55% al 13%, así como multiplicar las exportaciones”. Pero admitió que Chile se ha quedado rezagado en algunos campos como la educación y producción diversificada.

Por otro lado el canciller dijo, que “cuando Chile crecía a un promedio de 6 a 7% anual durante 15 años, el Estado no se modernizó al mismo ritmo y algunas compañías "se quedaron atrás en la modernización".

En cuanto a las exportaciones del país vecino , el 80% de su actual incremento está relacionado con materias primas, al igual que en el Perú, por lo que debemos tomar en cuenta en seguir diversificando nuestra producción. Los entendidos manifiestan que un 10 a 15% de ese incremento está relacionado con tratados de libre comercio que vinculan a Chile con 54 países con 3.800 millones de consumidores. Esto, implica seguir ampliando nuestros mercados para crecer sostenidamente y bajar los índices de pobreza como lo ha hecho Chile, siendo en la actualidad del 18% solamente.

En ese escenario todavía nos falta mucho, como disminuir la pobreza (39% hoy) y mejorar el ingreso per cápita (ahora los chilenos perciben casi tres veces más ingresos que los peruanos).

En Chile se siente ya el peso de la contracción y es porque está registrando diversas complicaciones. Todavía un 40% de sus ingresos dependen del cobre; los papeles de su deuda tienen poca liquidez y la concentración en manos de pocos tenedores es castigada; el crecimiento es lento (4.9% el 2007, con tendencia a ubicarse en 4% los siguientes diez años); la eficiencia del modelo económico se diluye por el énfasis socialista en un Estado benefactor inspirado en la experiencia danesa; la volatilidad financiera de 1998 puede reeditarse ante una eventual recesión asiática; la competitividad entre 2005 y 2007 pasó del índice 18 al 26; la baja inversión en tecnología es una amenaza; y el riesgo inflacionario se agudiza por un presupuesto estatal muy expansivo.

En nuestro caso, si seguimos creciendo al ritmo actual podríamos liderar varios rubros agroindustriales. Ya lo hicimos con el espárrago: tres años atrás Chile exportaba unos 4 millones de cajas, hoy apenas unas 250 mil porque nuestros productores coparon el mercado internacional, se da el caso también de las uvas y las paltas.

Lo mas crítico para Chile es que tiene una matriz energética desquiciada: importa 99% del gas y 98% del petróleo que consume, y con precios disparatados y proveedores erráticos esa vulnerabilidad estructural es severa. En el Perú la energía es más barata, gracias al descubrimiento de grandes yacimientos de gas natural, es la principal ventaja que tiene el frente a Chile para la atracción de inversiones, lo que ha causado que varias empresas, entre ellas CMPC, prefieran ese territorio para el desarrollo de determinados negocios.

Según el experto eléctrico peruano Guillermo Laureano Ramírez -- quien tiene entre sus clientes a la chilena Ripley -- “la mayor ventaja incaica es la estabilidad que tienen los precios eléctricos, los que no muestran mayores aumentos aun cuando las alzas mundiales en el precio del petróleo afectan a los dos mercados”. “El precio medio de la energía eléctrica es, en las casas, de 10 centavos de dólar por kw/h, y las industrias compran a cerca de 8 centavos. En general, se trata de tarifas muy estables, están indexadas al precio del petróleo, a la variación de la inflación y al dólar, pero mes a mes la variación es marginal”, apuntó Ramírez. Para el mediano plazo es pesimista, porque en Chile el costo de la electricidad seguirá por las nubes. ¨Enfrentaremos todo un período entre 2008 y 2015 en que vamos a estar en una situación poco competitiva frente a países como Perú¨, lo recalcó el experto.

Por otro lado, el petroleo cuesta en Lima el equivalente a $428, 40% menos que en Santiago. Salarios son mas bajos; El sueldo mínimo peruano es de $90.600. 60% menos que los $144 mil que se pagan en Chile.

Frente a este panorama de competencia , sería poco serio de parte nuestra el triunfalismo. Los chilenos ya saben que el partido en juego tiene un tiempo de seis años, por eso Bachelet mueve el eje del diferendo marítimo a la una "relación inteligente y cauta¨; en paralelo acelera su equipamiento militar alcanzando una ventaja operativa de seis a uno sobre el Perú y corteja a los bolivianos. Por lo que es tiempo de poner las barbas en remojo y preocuparnos en invertir en Defensa, puesto que tenemos ahora grandes intereses en juego, como es el de proteger nuestro gran potencial que son nuestros recursos naturales tantos mineros, energéticos, agua, madera, biodiversidad y una gran identidad que nos obliga a superarnos por ser un pueblo emprendedor, creativo y solidario.

3.- Es el momento también de invertir en la Defensa Nacional

Hay que tener en claro que Chile ya sobrepasó largamente cualquier esquema defensivo y disuasivo. Sus adquisiciones desequilibran la precaria estabilidad estratégica sub-regional, fomenta una carrera armamentista y se convierte en una potencia agresiva, pues aunque no hubiese conflictos inmediatos, es peligrosa una capacidad bélica tan sobredimensionada.

Las Fuerzas Armadas de Chile dispusieron de 1.400 millones de dólares para la compra armamento en el 2007, según un informe de la revista británica The Economist, fechado el último 29 de mayo. Al respecto, Enrique Obando, analista en temas militares, aseveró que la diferencia de gasto entre Perú y Chile es "abismal". Pero de inmediato pone paños fríos al tema: "Chile no compra armas para la guerra, sino para obtener prestigio, influencia y poder de negociación. Utilizarán su equipamiento como un elemento de disuasión en un conflicto internacional", dijo Obando. Se ha establecido que en el 2007 Chile compró 118 tanques Leopard, 100 hammers, 2 Airbus A310, 12 helicópteros AF332, etc".

Por otro lado, el problema interno boliviano que está teniendo implicancias para el Perú por su vecindad y afinidad histórica, y ello puede empeorarse . La influencia de Chávez, vía Bolivia, está afectando en toda la zona sur de nuestro país, especialmente en Puno, donde hay un reflejo étnico y anti-sistémico. Los petrodólares están comprando conciencias y voluntades, crean o manipulan organizaciones sociales, provocando amedrentamientos, paros, marchas, bloqueos y exigencias de autonomías, que mantienen la incertidumbre, el chauvinismo, la desunión y la miseria a esos pueblos.

Como lo dice el mencionado periodista y como quisiera que los políticos se dieran cuenta también: “Nosotros vamos bien, pero adelantemos algunas movidas: subamos (sin impedir) la barrera de acceso de la inversión chilena; condicionemos duramente la complementación dentro del APEC; hagamos 'paralé' a las necedades bolivianas; e invirtamos muchísimo más en Defensa porque, como en el fútbol, podemos competir amablemente, pero preparémonos para los fouls”.

Desarrollo y seguridad son, sin duda, una dualidad conceptual para el logro del bien común. Ambos son indisolubles, como un tándem, como dos columnas que sostienen un templo, caminan juntos, porque entre uno y otro existe una relación de dependencia biunívoca (acción y efecto de corresponderse), es decir una relación entre todas sus partes que la conforman entre sí.


Será necesario como se ha dicho anteriormente que debemos pues entender, que no podremos desarrollarnos sin los medios adecuados que garanticen resguardar nuestros grandes intereses, los mismos que son, ahora de carácter Geoeconómico y Geoestratégico, donde está en juego nuestra supervivencia ante la gran demanda global por los recursos naturales tanto hídricos como energéticos y, de nuestra envidiable ubicación geográfica en el más grande escenario del comercio mundial que es el Océano Pacífico; por todo ello, necesitamos tener la confianza, la seguridad y la libertad de acción para la toma de decisiones trascendentales que nos permitan un crecimiento sostenido sin amenazas en el logro de nuestros Objetivos Nacionales.